Entrevista a Daniel Kernitsky
Emprendedor de PONTE y La Cachina Bar
Diviértete ayudando
Nombre: Daniel Kernitsky
Edad: 24 años
Estudios: Negocios Internacionales, Universidad de Lima
Emprendimiento: PONTE, La Cachina Bar
Tiempo en el mercado: 2 años
Durante muchos años, trabajé en discotecas y eventos como promotor. Siempre tuve la esperanza de poder tener un negocio propio y crecer en el rubro. Para mí ser emprendedor es creer en tus sueños y crecer con ellos, por más errores cometas en el camino.
Ser emprendedor no tiene nivel de dificultad; ser emprendedor es luchar por lo que crees y te gusta desde un inicio, así sea largo el camino al éxito.
La verdad es que yo fui incluido en el camino. Mis socios, Cesar Davey, Jorge Chung y Braulio Contreras, fueron los precursores del concepto y la idea del bar. Esta combinación, más algunos conocimientos de campo obtenidos, visitas a ambientes urbanos de Lima y la fuerte tendencia de reciclaje que se vive en el mundo; además de la oportunidad de abrir un bar en el Boulevard de Asia fueron la base de la creación de La Cachina Bar. A partir de esta increíble experiencia, nacieron los proyectos en paralelo: nuestro segundo local en Lima y el proyecto de ayuda social PONTE.
Este último nace con el objetivo de darle conocimiento a la sociedad limeña de que hay diferentes formas de ayudar. Nuestro slogan es "diviértete, ayudando", ya que es la forma como nosotros recaudamos los fondos para las diferentes organizaciones sin fines de lucro. Al día de hoy, somos casi 35 personas trabajando en el proyecto; llevamos 6 eventos ayudando a ONG’s con diferentes objetivos sociales a nivel nacional.
Básicamente conté con el apoyo total de mis socios. Lamentablemente, el rubro de vida nocturna es complicado para la familia y difícil de creer al inicio, pero los resultados hacen que crean en tus sueños. Además contamos con mucho apoyo de nuestro equipo que con trabajo constante hemos conseguido ser considerado entre los bares más originales y llamativos de Lima
En el proyecto somos unas 35 personas entre diseñadores, creativos, embajadores y socios. Cada una de estas personas, son básicas en el éxito y realización de cada una de las fiestas.
Nosotros iniciamos la primera operación con un capital de US$45.000, utilizamos todos nuestros contactos de amistades para conseguir los mejores precios del mercado para poder levantar esa barrita que tanta felicidad nos ha dado. Las marcas auspiciadoras también ayudaron muchísimo.
Gracias a dios mis socios tienen experiencia en el servicio de bares y restaurantes. Mi productor general, Andre Hennings, y yo tenemos conocimiento en producción y organización de eventos. Lo único que hicimos todos fue hacer lo que mejor hacemos: ser creativos y hacer que todo funcione cada vez mejor acorde con como avance el tiempo y mejorar siempre.
Lo más complicado de empezar un proyecto es estar todos de acuerdo y seguir una misma línea para llegar al éxito. Al inicio hubieron varias peleas, pero no hubiéramos llegado a donde estábamos si no estábamos todos presentes.
De forma personal inicié con una importación de un licor que nunca había ingresado al país y fue un fracaso por falta de recursos económicos y falta de conocimientos en el mercado; pero como dice el dicho: no hay mal que por bien no venga. Este error me abrió muchas puertas y una gran lista de contactos que hasta el día de hoy utilizo.
Probablemente habrían varios detalles que me gustarían cambiar en ambos proyectos, pero estoy bastante feliz con todo lo logrado a la actualidad.
Una de las cosas que más me motiva es la felicidad y los buenos comentarios obtenidos en cada uno de nuestros proyectos; también los malos para corregirlos. Lo más importante para un emprendedor es que sus clientes estén satisfechos del producto final logrado de arduo trabajo.
Mucho tiempo no queda después de largas jornadas, pero cuando encuentro un hueco me gusta salir a comer, probar nuevas cosas, salir con mis amigos y enamorada. Lo que sí hago cada cierto tiempo es irme de Lima en busca de nuevos aires cerca o si puedo al extranjero.
Al inicio los sacrificios eran enormes. Varios días desaparecidos trabajando en la casa de uno de mis socios o en la oficina, fines de semana sin salir, un par de veranos sin poder salir del local, mientras que todos nuestros amigos estaban en las discotecas que nos rodean o en fiestas. Poco a poco, fuimos aprendiendo a organizarnos mejor y a volver todo más mecánico, pero de todas maneras hay épocas del año donde el estrés es muy alto.
En 10 años veo a nuestro grupo bien consolidado en el rubro; a La Cachina Bar como una marca posicionada en el top of the mind del consumidor de bares. A PONTE lo imagino como una de las mejores productoras del país, con conceptos cada vez más creativos y ayudando a cada vez más empresas sociales en el país.
15. Por favor diga la primera palabra que se le venga a la mente cuando le digo:
Enseñando 0 de 0 resultados